martes, 19 de junio de 2018

Tocar Fondo


Hay momentos en la vida en los que me pregunto, ¿Por qué seré una persona tan sensible? ¿Por qué seré una persona que se encariña tanto con otras? ¿Por qué seré una persona que confía tanto en otros? ¿Por qué seré una persona que, a pesar de que le dicen que se vaya, lo sigue intentando?  
Un día llega alguien a tu vida que, con sus acciones más que con palabras, te cambia "el chip" de "no me quiero enamorar", que poco a poco se gana tu confianza, tu cariño, y un día sin más, se va. Pero  tus sentimientos nunca paran, te haces la fuerte, la que  no te importa  nada, tomas pastillas para la depresión, las dejas cuando estás medio bien, intentas seguir tu vida, pero todos te fastidian, incluso algunos amigos. De suerte, y gracias a la vida, tienes uno que te entiende, porque  los otros solo saben decir frases de cajón como "el tiempo  lo cura todo". Pero tú no quieres tiempo, esas frases lastimeras la verdad están mandadas a recoger. Prefieres que no te digan nada. 
Pero eso no alcanza, sigues sintiendo cosas por esa persona, sigues desvelándote cada noche pensando en todo lo que pudo ser y no  fue, y no será. Intentas conocer a otras personas, pero ninguna te llena, sólo te causan fastidio. 
Un día  sin más, le escribes a esa persona, un día cualquiera ella te dice "vamos a intentarlo, pondré de mi parte". Y tú, aunque tienes miedo, lo intentas también, porque quieres a esa persona. 
Pero la verdad es que esa persona no va a intentarlo. En poco tiempo vuelve y se va, con la frialdad más grande del mundo, como si tú fueras insignificante, poca cosa y tus  sentimientos  valieran verga. Simplemente te dice "sigue tú por tú lado  y yo por el mío" "Sí. Ya. No más". Te bloqueó de todas las redes sociales  y se va. ¿Cobarde? Dime tú. 
Y otra  vez, vuelves  a tu depresión, a llorar, son automáticas las lágrimas... decepcionado porque en el fondo de  tu corazón le creíste, porque quieres a esa persona con todo tu corazón, y querías mantener esa pequeña luz de esperanza. Pero más falso no pudo ser.
Otra vez  vuelves al hueco de la soledad, tristeza, donde te das cuenta de que, hagas lo que hagas, digas lo que  digas, nada funciona, nada sirve, nada complace. 
Y te das cuenta que es mejor  vivir  en ese hueco, que salir a tocar el cielo  y volver a él.